Tomado de https://y-jesus.org/spanish/lp/6-levanto-jesus-ttn-n/4/
Pero no era el fin. El movimiento de Jesús no desapareció (obviamente), y de hecho el cristianismo existe hoy como la más grande religión del mundo. Por lo tanto, tenemos que saber que paso después de que el cuerpo de Jesús fue bajado de la cruz y puesto en la tumba.
En un artículo del New York Times, Peter Steinfels cita los sorprendentes eventos que ocurrieron tres días después de la muerte de Jesús:”Poco después de que Jesús fue ejecutado, sus seguidores fueron de repente impulsados de ser un desconcertante y encogido grupo a ser gente cuyo mensaje sobre la vida de Jesús y la venida del reino, es predicado al riesgo de sus vidas, eventualmente cambió un Imperio. Algo pasó. … ¿pero qué exactamente?»[11] Esa es la pregunta que tenemos que contestar con una investigación sobre los hechos.
Sólo hay cinco explicaciones posibles de la presunta resurrección de Jesús, como se retrata en el Nuevo Testamento:
Jesús realmente no murió en la cruz.
La “resurrección” fue una conspiración.
Los discípulos estaban alucinando.
Los relatos son legendarios.
Realmente pasó.
Vamos a caminar a través de estas opciones y ver cual se adapta mejor a los hechos.
¿ESTABA MUERTO JESÚS?
“Marley estaba muerta como una piedra, de eso no había duda.” Así comienza el villancico navideño de Charles Dickens, el autor no quería que nadie estuviera equivocado en cuanto al carácter sobrenatural de lo esta por tomar lugar. De la misma manera, antes de asumir el papel de CSI y juntar las piezas de evidencia de una resurrección, debemos primero establecer que hubo, de hecho, un cadáver. Después de todo, ocasionalmente los periódicos informan sobre un “cadáver” en una morgue que luego empezó a moverse y fue restaurado. ¿Podría haber pasado algo como eso con Jesús?
Algunos han propuesto que Jesús vivió a pesar de la crucifixión y fue revivido por el frío, aire húmedo en la tumba-“Un momento, ¿Por cuánto tiempo estuve fuera?” Pero esa teoría no parece cuadrar con la evidencia médica. Un artículo en la revista American Medical Association explica por qué esta llamada “teoría del desvanecimiento” es insostenible: “Claramente, el peso de evidencia histórica y médica indicaba que Jesús estaba muerto. … La lanza, hundida entre Su costilla derecha, probablemente perforo no solo su pulmón derecho, pero también el pericardio y corazón y de ese modo aseguraron su muerte.»[12] Pero el escepticismo acerca de este veredicto puede ser justificado, como este caso ha estado archivado por 2000 años. Al menos, necesitamos una segunda opinión.
Un lugar para encontrar eso es en los reportes de historiadores no cristianos de alrededor del tiempo que Jesús vivió. Tres de estos historiadores mencionaron la muerte de Jesús.
Lucio (c.120-después 180 d.C. se refirió a Jesús como un sofista crucificado (filosofo).[13]
Josefo (c.37-c.100 d.C.) escribió, “En este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, porque el era un emprendedor de obras asombrosas. Cuando Pilatos lo condenó a la cruz, los principales hombres entre nosotros lo habían acusado, aquellos que lo amaron no cesaron de hacerlo.»[14]
Tácito (c.56-c.120 d.C.) escribió, “Christus, de quien el nombre tuvo su origen, sufrió la extrema sanción… en las manos de nuestro procurador, Poncio Pilatos.»[15]
Esto es un poco como ir entre los archivos y buscando aquel de un día de primavera en el primer siglo. The Jerusalem Post publicó en primera página una historia diciendo que Jesús fue crucificado y muerto. No está mal el trabajo de detective, y bastamente concluyente.
De hecho, no hay relatos históricos de cristianos, romanos, o judíos que discuten ya sea la muerte de Jesús o su entierro. Incluso Crossan, un escéptico de la resurrección, está de acuerdo que Jesús realmente vivió y murió. “Que él fue crucificado es tan seguro como cualquier hecho histórico puede llegar a ser.»[16] A la luz de tal evidencia, parece que estamos en buena tierra para descartar la primera de nuestras cinco opciones. Jesús estaba claramente muerto, “de eso no hubo duda.”
REFERENCIA.
- Peter Steinfels, “Jesus Died—And Then What Happened?” New York Times, April 3, 1988, E9.
- Citado en McDowell, New Evidence, 224.
13-Citado en McDowell, New Evidence, 82.
- McDowell, 82.
15-McDowell, 81, 82.
16-Gary R. Habermas and Michael R. Licona, The Case for the