LA CUESTIÓN DE UNA TUMBA VACÍA (CONTINUCIÓN)

Tomado de https://y-jesus.org/spanish/lp/6-levanto-jesus-ttn-n/4/

Ningún historiador serio realmente duda que Jesús estuviera muerto cuando fue bajado de la cruz. Sin embargo, muchos se han preguntado cómo el cuerpo de Jesús desapareció de la tumba. El periodista inglés, Dr. Frank Morison inicialmente pensó que la resurrección era o un mito o un engaño, y él empezó a investigar para escribir un libro refutándolo.[17] El libro se hizo famoso pero por razones diferentes que su propósito original, como veremos.

Morison empezó por intentar resolver el caso de una tumba vacía. La tumba pertenecía a un miembro del Concilio Sanedrín, José de Arimatea. En Israel en aquel tiempo, para estar en el concilio había que ser una estrella de rock. Todos sabían quien estaba en el concilio. José debe haber sido una persona real. De lo contrario, los líderes judíos habrían expuesto la historia como un fraude en su intento de refutar la resurrección. También, la tumba de José habría sido en un muy conocido lugar y fácilmente identificable, entonces cualquier pensamiento de que Jesús se haya “perdido en el cementerio” necesitaría ser descartado.

Morison se preguntaba por qué los enemigos de Jesús habían permitido que el “mito de la tumba vacía” persistiera si no era cierto. El descubrimiento del cuerpo de Jesús habría instantáneamente matado toda la conspiración.

Y lo que es conocido históricamente de los enemigos de Jesús es que ellos acusaron a los discípulos de Jesús de robarse el cuerpo, una acusación claramente basada en una creencia compartida de que la tumba estaba vacía.

El Dr. Paul L. Maier, profesor de historia antigua en Western Michigan University, de la misma manera declaró, “Si toda la evidencia es pesada cuidadosamente y justamente, es ciertamente justificable… concluir que la tumba en la que Jesús estaba enterrado estaba realmente vacía en la mañana de la primera Pascua.  Y ninguna evidencia ha sido descubierta aún… que refutaría esta declaración.»[18]

Los líderes judíos estaban aturdidos, y acusaron a los discípulos de robare el cuerpo de Jesús. Pero los romanos habían asignado a una unidad de guardias entrenados (de 4 a 12 soldados) a vigilar la tumba las 24 horas. Morison preguntó, “¿Cómo podrían estos profesionales haber dejado que el cuerpo de Jesús sea objeto de vandalismo?”  Habría sido imposible para cualquiera haber escapado de los guardias romanos y haber movido una piedra de dos toneladas. Sin embargo la piedra fue movida y el cuerpo de Jesús había desaparecido.

Si el cuerpo de Jesús estaba en un lugar donde se podría encontrar, sus enemigos hubieran rápidamente expuesto la resurrección como un fraude. Tom Anderson, antiguo presidente de la Asociación de Abogados de Juicio de California, resume la fuerza de sus argumentos:

Con un evento tan bien publicado, ¿no cree usted que es razonable que un historiador, un testigo ocular, un antagonista habría registrado para todos los tiempos que él había visto el cuerpo de Jesús?… El silencio de la historia es ensordecedor cuando viene al testimonio en contra de la resurrección. [19]

Así que, sin cuerpo de evidencia, y con una conocida tumba claramente vacía, Morison aceptó la evidencia como sólida de que el cuerpo de Jesús había desaparecido de alguna manera de la tumba.

¿UN ROBO DE LA TUMBA?

Como Morison continuó su  investigación, él empezó a examinar los motivos de los seguidores de Jesús. Tal vez la supuesta resurrección fue en realidad un cuerpo robado. Pero si es así, ¿cómo se explica todos los informes de las apariciones del Jesús resucitado? El historiador Paul Johnson, en Historia de los Judíos, escribió, “Lo que importaba no eran las circunstancias de su muerte pero el hecho de que él estaba ampliamente y obstinadamente siendo creído, por un creciente circulo de personas, de haberse levantado de nuevo.»[20]

La tumba estaba ciertamente vacía. Pero no era la mera ausencia del cuerpo que habría impulsado a los seguidores de Jesús (especialmente si ellos habían sido los que lo habían robado). Algo extraordinario debía haber pasado, para que los seguidores de Jesús cesaran el duelo, cesaran de esconderse, y empezaran sin miedo a proclamar que ellos habían visto a Jesús vivo.

Cada testigo ocular cuenta informes de que Jesús de repente apareció en forma física a sus seguidores, a las mujeres primero. Morison se pregunta por qué los conspiradores habrían hecho a las mujeres centrales en su conspiración. En el primer siglo, las mujeres casi no tenían derechos, personalidad, o estatus. Si la conspiración habría de tener éxito, Morison razonó, los conspiradores habrían retratado a hombres, no mujeres, como los primeros en ver a Jesús vivo. Y todavía escuchamos que las mujeres lo tocaron, le hablaron, y fueron las primeras en encontrar la tumba vacía.

Más tarde, de acuerdo con los relatos de los testigos oculares, todos los discípulos vieron a Jesús en más de diez ocasiones diferentes. Ellos escribieron que él les mostró sus manos y pies y les dijo que lo tocaran. Y él se reporta que él comió con ellos y más tarde apareció con vida a más de 500 seguidores en una ocasión.

El erudito legal John Warwick Montgomery declaró, “En el 56 d.C el apóstol Pablo escribió que más de 500 personas habían visto al Jesús resucitado y que la mayoría de ellos seguían con vida (1 Corintios 15:6.) Se pasa de los límites de credibilidad que los primeros cristianos podrían haber fabricado tal cuento y entonces predicado entre aquellos quienes podían fácilmente haberlo refutado simplemente al producir el cuerpo de Jesús.»[21]

Los estudiosos de la Biblia Geisler y Turek están de acuerdo. “Si la Resurrección no ha ocurrido, ¿por qué habría dado el apóstol Pablo tal lista de supuestos testigos? El habría inmediatamente perdido toda credibilidad de sus lectores de Corintios por mentir tan descaradamente.»[22]

Pedro le dijo a una multitud en Cesara porque él y los otros discípulos estaban tan convencidos de que Jesús estaba vivo.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. Lo mataron, colgándolo de un madero, pero Dios lo resucitó al tercer día… comimos y bebimos con él después de su resurrección. (Hechos 10:39-41)

El británico estudioso en Biblia Michael Green observó, “Las apariciones de Jesús son tan bien autenticadas como nada en la antigüedad. … No puede haber duda racional de que ellas ocurrieron.»[23]

REFERENCIA:

17-Morison, 9.

18- Citado en Josh McDowell, The Resurrection Factor (San Bernardino, CA: Here’s Life, 1981), 10.

19-Citado en McDowell, The Resurrection Factor, 66.

20-Paul Johnson, A History of the Jews (New York: Harper & Row, 1988), 130.

21-Citado en McDowell, New Evidence, 249.

22-Norman L. Geisler and Frank Turek, I Don’t Have Enough Faith to Be an Atheist(Wheaton, IL: Crossway, 2004), 243.

23-Michael Green, The Empty Cross of Jesus (Downers Grove, IL: InterVarsity, 1984), 97, Citado en John Ankerberg and John Weldon, Knowing the Truth about the Resurrection (Eugene, OR: Harvest House), 22.

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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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