Héctor Maradiaga
¿Quién de nosotros no se ha equivocado? ¿Quién no ha fallado a Dios? Es una realidad que cuando eso pasa nos sentimos devastados espiritualmente y vemos la necesidad de acercarnos arrepentidos delante del Señor.
*PASABA CON ISRAEL*
La biblia nos relata las muchas ocasiones donde el pueblo de Israel pecaba y Dios les daba otra oportunidad para que se arrepintieran de corazón; lo malo es que con el tiempo volvían a caer en pecado a causa de sus debilidades.
La Biblia nos exhorta a unirnos en ayuno al Señor y pedir a una sola voz que Dios perdone nuestros pecados.
*ES TIEMPO DE ACUDIR A DIOS*
Él es misericordioso y puede dar el perdón si nos ve con una actitud sincera que busca su presencia. Dios anhela encontrar en nosotros un corazón que se conduele de ver como hombres y mujeres, jóvenes y niños, sufren a causa del pecado.
Debemos ser sumamente sensibles a la voz de Dios y acudir ante Él para pedirle que las personas sean liberadas de las ataduras del pecado, de las enfermedades y yugos de impiedad.
*NOS TOCA A NOSOTROS*
El que nos paremos en la brecha y ayunemos (cómo esta semana lo estamos haciendo), para que Dios tenga misericordia del que está rumbo a la condenación.
Hoy más que nunca, es necesario convocar a los hermanos para que en ayuno, oremos por la liberación de nuestros seres amados, a fin de que encuentren el camino a Dios.
*OREMOS*
Oh Dios, sabemos que hoy en día, la maldad se ha multiplicado y pedimos en el nombre de Jesús, que envíes más obreros dispuestos a servirte. Úsanos para llevar libertad al cautivo, fortaleza al débil, y paz al angustiado. ¡Te pedimos por un avivamiento y que multitudes vengan a ti! Amén
*Joel 2:12-13NTV*
_“Por eso dice el Señor: «Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto. No se desgarren la ropa en su dolor sino desgarren sus corazones». Regresen al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. Está deseoso de desistir y no de castigar.”