Apocalipsis – ¿Misterios o Sorpresas? Entrevista al Teólogo Juan Stam, profundo conocedor y expositor de las enseñanzas bíblicas del Apocalipsis. Costa Rica Jueves 6 de Marzo, 2008 Por Patricio (NoticiaCristiana.com).
Juan Stam (78), oriundo de Paterson, Nueva Jersey, es uno de los teólogos evangélicos «latinoamericanos» más pertinentes de la actualidad. Aunque es estadounidense de nacimiento, se nacionalizó costarricense como parte de un proceso de identificación con América Latina que lleva más de cincuenta años. Está casado con Doris y tienen 3 hijos y 5 nietos. Juan es Dr. en teología, por la Universidad de Basilea, Suiza. Es docente y escritor de libros, artículos y del Comentario Bíblico Iberoamericano de Apocalipsis.
¿Cómo se inició su ministerio en Latinoamérica?
Luego de estudiar en Wheaton y Fuller estudiamos castellano, y aunque hacían falta profesores en el Seminario Bíblico de San José, nuestra misión muy sabiamente decidió enviarnos a realizar un pastorado rural en el noreste de Costa Rica, en el pueblo de Santa Cruz, esto ya hace más de 50 años. Esta experiencia fue extraordinariamente formativa para nosotros .En realidad, lo fue mucho más que los años de estudio en el aula. Allí aprendimos los dichos, disfrutamos los chistes y escuchamos las historias de los campesinos, nos enamoramos de la gente y de todo lo latinoamericano, y con eso también más de Jesucristo y de su evangelio. Desde entonces siento que llevo adentro un pastor campesino, mucho más que sólo un profesor académico.
¿Qué métodos de estudio de la Biblia Ud. recomienda a los pastores latinoamericanos?
Me gusta recomendar tres herramientas para el estudio bíblico, porque he visto a través de muchos años lo valiosas que son. La primera de mis herramientas para estudiar bien la Biblia es una lupa. La lupa nos servirá para examinar cada pasaje con el debido cuidado, o sea, “escudriñar las escrituras” como lo hacían los Bereanos. Eso nos ayudará a ver mucho mejor lo que realmente está en el texto que el Espíritu Santo inspiró y lo que no está, porque no aparece bajo la lupa. Y sin duda, habrá sorpresas.
Una segunda herramienta indispensable para el bueno estudio bíblico es un borrador (de pizarra y lo más grande posible). Un problema mayor en el estudio bíblico es que no queremos que la Biblia cambie nuestras ideas y nuestra vida. Es demasiado incómodo, y nos pone nerviosos. Claro, esos cambios tienen que estar sujetos a la Palabra; la lupa tiene que ir antes del borrador.
Finalmente, la tercera herramienta es un par de audífonos, para sintonizar la voz de Dios. No estudiamos las escrituras sólo para ser expertos en conocimiento bíblico, sino para escuchar al Señor, ser discípulos fieles y obedecer su voluntad. No bastan la lupa y el borrador; necesitamos también audífonos espirituales.
¿CÓMO DEBERÍA SER ESTUDIADO EL LIBRO DE APOCALIPSIS?
¡Quién entra al mundo del Apocalipsis tiene que estar preparado para muchas sorpresas! El Apocalipsis es un libro realmente único dentro del canon bíblico y aún en la literatura universal. En primer lugar los lectores modernos del Apocalipsis deben tratar de comprender el mensaje que el libro tenía para los creyentes del Asia Menor, en tiempos de Juan. Estudiar el trasfondo histórico, las claves hermenéuticas y el mensaje del Apocalipsis es un trabajo de toda una vida.
A pesar de la dificultad del paso de casi dos milenios desde que el libro salió a la luz, abundan los datos que ayudan a entender el mensaje central de todos los pasajes e incluso la inmensa mayoría de los detalles. A veces, sin embargo, es necesario simplemente confesar nuestra actual ignorancia ante ciertas frases del texto. Para otros detalles hay una o más interpretaciones posibles pero ninguna segura.
A menudo el trabajo de averiguar las diversas alternativas de interpretación, los pro y los contra de cada una, es arduo y lento. El Apocalipsis es para los valientes que se animan a buscar en el texto con la lupa; pero también es para humildes, para los que desean escuchar con suficiente respeto lo que realmente dice el texto inspirado. Muchos creen entender este libro y tienen sensacionales explicaciones para casi todos sus detalles. Eso puede impresionarnos y hasta deslumbrarnos, pero surge un pequeño problema; cuando examinamos cuidadosamente el texto del Apocalipsis, muchas veces resulta difícil o imposible corroborar las interpretaciones espectaculares que pretenden dársele al libro. Algunas “profecías” (Hitler como el anticristo, Moscú como Magog, la Naciones Unidas como el caballo blanco) han resultado claramente equivocadas.
¿Cómo inició Ud. sus estudios del Apocalipsis?
El libro del Apocalipsis me ha inspirado durante más demedio siglo. Tanto personalmente como en los cursos del Seminario fui enfocando mi visión en este maravilloso libro. Una congregación rural de Costa Rica, me rogó a fines de la década del sesenta que les diera un mes de estudios del Apocalipsis. Fue el primero de muchos centenares de sermones y clases sobre este libro y sobre escatología, en la mayoría de los países de América Latina.
He aprendido lecciones valiosas de los hermanos, los estudiantes de seminario con los cuales estudiamos este libro, y de mi esposa Doris, compañera fiel en nuestro peregrinaje compartido. Fue una aventura muy desafiante la de preparar el Comentario Bíblico Iberoamericano, editado por ediciones Kairos.
¿Es posible entender hoy en día el Apocalipsis, Dr. Stam?
En contraste con el libro de Daniel, Apocalipsis es un libro abierto. El Cordero desató los sellos. Los creyentes que tienen sabiduría pueden entender el mensaje de esta profecía. Pero en este libro no debemos buscar sentidos futuros que el mismo Juan no hubiera entendido. Es bastante distinto de la impresión que muchos tienen hoy en día, y de la forma en que muchos suelen leerlo, como si el libro fuera un rompecabezas esotérico y como si la bendición prometida se dirigiera a los que fuesen capaces de resolver el crucigrama futurista, y poner en orden cronológico todos los eventos venideros para hacer un cuadro gráfico de todo el porvenir.
Lamentablemente la mayoría de los lectores modernos se acercan al Apocalipsis con muchos presupuestos equivocados que obstaculizan el entendimiento fiel de su mensaje. Muchas veces le hacemos al libro preguntas que el autor y los lectores no planteaban. A menudo insistimos en ver cosas que no están en el texto y, por concentrarnos en esas cosas que creemos ver pero no están, no percibimos las enseñanzas que sí están escritas. El Apocalipsis fue escrito para ser entendido precisamente por los fieles comunes y corrientes de Asia Menor. No fue escrito para especialistas ni eruditos, quienes tendrían que explicárselo a la iglesia. Su sitio original no era el escritorio del experto sino la congregación en su lectura comunitaria.
Muchos ven en el Apocalipsis solo catástrofes. ¿Cuál es el verdadero mensaje presentado por Juan?
Algo raro ha pasado con este libro. Fue escrito para quitarles el miedo a los cristianos de Asia Menor del siglo I, pero ahora tiene el efecto opuesto: llena de miedo a muchos lectores. Ellos, que vivían amenazados, lo recibían como esperanza; nosotros que vivimos tranquilos, lo recibimos a menudo como amenazante. Algunos hasta sufren pesadillas con las dantescas imágenes de Juan, y predicadores oportunistas las explotan para ejercitar un terrorismo apocalíptico. ¡Al contrario: el Apocalipsis es un mensaje de esperanza en Cristo que debe llenarnos de gozo!
Pero, ¿Tiene el Apocalipsis algo que decirnos referente al futuro?
Es cierto que el Apocalipsis anuncia muchas cosas venideras que se extienden hasta el mismo fin del mundo. Habla de algunas cosas futuras que Juan no parece concebir como de su propia época, como por ejemplo una confrontación final que se llama Armagedón, la vendida del Hijo del hombre, el juicio final y la nueva creación. Negar todos estos elementos de escatología futura sería negar el claro mensaje bíblico del libro.
Pero también es cierto que esas enseñanzas futuras, por muy importantes que sean, no agotan el mensaje del Apocalipsis. De hecho, ni siquiera constituyen el mensaje central del libro. Si analizamos el Apocalipsis cuidadosamente, sin presupuestos que no surgen del texto mismo, descubriremos que la principal concentración del libro se enfoca sobre la situación inmediata en que las congregaciones del Asia Menor se hallan inmersas. En ningún momento deja atrás la realidad socio histórica de su época.
Todo el libro de Apocalipsis es un mensaje directo para sus primeros lectores. Juan describe acontecimientos futuros, pero en términos comprensibles para los lectores de su época. Nunca les hace entender que está vaticinando cosas que ellos no podrían comprender, tales como aviones, bombas, cohetes, petróleo, explosiones atómicas, computadoras, códigos de barras o microchips. Les habla claramente de temas y objetos que entienden, aun cuando describe realidades venideras. Por lo tanto interpretar el Apocalipsis en términos de cosas que ni Juan ni sus lectores hubieran entendido, y que tampoco señalan las palabras del texto, es caer en un error grave.
Algunas recomendaciones para interpretar el Apocalipsis:
- – Interpretar el Apocalipsis exegéticamente: Ser fiel al texto, y a lo que está escrito. No quitar, ni añadir.
- – Interpretar el Apocalipsis históricamente: Conocer el contexto histórico de lo que ocurría en la época de Juan.
- – Interpretar el Apocalipsis Cristo céntricamente: El tema central de todo el Apocalipsis es Cristo, el Señor. No las bestias ni el anticristo.
- – Interpretar el Apocalipsis imaginativamente: Utilizarlos ojos de la imaginación y todos los sentidos físicos para entender la riqueza de su simbología.
- – Interpretar el Apocalipsis pastoralmente: El mensaje debe ser para orientar y fortalecer a la congregación, especialmente para infundir gozo, y esperanza en medio de crisis.
- – Interpretar el Apocalipsis prácticamente: Para orientarla conducta ética de la vida de la iglesia. El mensaje tiene mucho que decir también a la comunidad a través de la voz profética de la iglesia sobre la justicia social y económica.
Por Wolfgang Streich.
Que buena entrevista, el hmno Juan Stan es una persona a quien valoro muchisimo aunque no le conozcon personalmente lo he conocido a traves de los comentarios que hace al apocalipsis que Dios siga levantando hombres con un corazon pastoral como el.
A que te refieres con ese comentario
El comentario es corto pero cierto este hombre en toda la enrevista no dijo nada el libro del apocalipsis en realidad no cualquiera lo puede explicar y menos en una entrevista
Estoy de acuerdo, actualmente estoy en el area de enseñanza, y el libro de apocalipsis esta precisamente bajo la lupa, sin embargo, pense encontrar aqui un comentario para enriquecer el estudio en clase, pero, la verdad de apocalipsis no dijo nada.
dice en el comentario CRISTO ES EL SEÑOR yo cuando mire el comentario de uno delos que comentan valga la reondancia senti en mi corazon que esa persona no quiere saber de DIOS quiero decirle que DIOS le ama y que oraremos por el para su salvacion dice la biblia nuestro pueblo padece por falta de conecimiento no nos en rolemos en serrar nuestro corazon abramos mas bien para ayudar al que nesecita porque donde esten ustedes hay mucha personas con espiritus quebrantados con deudas y afijidos de corazon bendiciones queridos hermanos
Pues yo no creo que haya alguien entre los que han comentado que no quiera saber de Dios mas bien creo que es todo lo contrario lo que pasa es que muchos creen saber explicar tanto el apocalipsis como el libro de daniel pero lo hacen con muchos errores, y yo creo que mas bien estos comentarios se deben a eso la gran mayoria quieren saber pero pocos aceptan las verdades que alli estan reveladas especialmente si no estan de acuerdo a sus creencias que no estan dispuestos a cambiar.
la verdad es que me quede perplejo, no por alguna revelacion que enriqueciera mi comprension de este maravilloso y apasionante libro;sino mas bien, por la ausencia de total de ellas…
Ha sido claro en su explicación y dijo que hay que conocer a los destinatarios de este libro y también de aquellos que lo usan con propósitos no muy claros- Dijo de errores cometidos en su interpretación que fueron desmentidas por la realidad. Si quiere cómprese el libro completo sobre Apocalipsis
Sin duda que esta corta entrevista es un buen aporte para el acercamiento al estudio del Apocalipsis. Es cierto, no habla del contenido del libro porque no es el propósito de la entrevista, pero sí nos da una valiosa información de cómo debemos acercarnos a su estudio. La alternativa es muy buena pues ayuda a desembarazarnos de las predisposiciones con que lo estudiamos o leemos. Convendría una re lectura de la entrevista sin el peso de ellas.
Para aquellos que no están informados debidamente de la narrativa hostil anti-dispensacional de nuestros días, las palabras del reconocido erudito Juan Stam les parecerán brillantes y reveladoras sobre la interpretación del Apocalipsis, sobre todo por su trayectoria teológica y su prominencia que tiene aquí en Latinoamérica. Y si bien, éstas pueden ser útiles hasta cierto punto, sin embargo, parecería ser demasiado conveniente tomar sus comentarios ciegamente sin una visión crítica de los mismos, pasando por alto las obvias inclinaciones escatológicas (amileniales-preteristas) de este sujeto. Paso a dejar mis pensamientos sobre algunas afirmaciones que hace contra el Futurismo y/o Dispensacionalismo que me parecen erradas:
1) »Muchas veces resulta difícil o imposible corroborar las interpretaciones espectaculares que pretenden dársele al libro. Algunas “profecías” (Hitler como el anticristo, Moscú como Magog, la Naciones Unidas como el caballo blanco) han resultado claramente equivocadas».
El problema, es que tales »interpretaciones espectaculares» no son realmente interpretaciones, sino especulaciones proféticas. Una cosa es interpretar a la Bestia como siendo el anticristo escatológico, y otra muy distinta es especular sobre quien es este personaje usando nuestra propia imaginación basada en nuestro contexto histórico de base. Las especulaciones pueden fallar, pero no la interpretación en si. ¿Realmente deberíamos dejar de interpretar a Satanás como un ser literal y realmente existente solo porque algunos han especulado que es un extraterrestre? Stam confunde ambas cosas. Además, tales especulaciones, si se observan a lo largo de la historia, han sido más representativas del Historicismo, pero no del Futurismo como a Stam le gustaría que así fuese. Curiosamente, la mayoría de las veces estas especulaciones son desmentidas por los propios futuristas, ya que ¿no son aquellos cuando se hace popular la idea de que tal o cual político es el anticristo los primeros en rebatir la falsedad de la idea arguyendo a favor de que el anticristo es una persona que aún no ha venido?
2) »Pero en este libro no debemos buscar sentidos futuros que el mismo Juan no hubiera entendido»,
¿por qué no? ¿y por qué Juan no los hubiera entendido? ¿Bajo qué base Stam sugiere no encontrar revelaciones del fin de los tiempos en el Apocalipsis? Por otro lado, el Apocalipsis trata de la Segunda Venida de Cristo y los eventos que conducen a ella y los que le siguen, temas que eran muy bien conocidos en la tradición apocalíptica y profética más amplia de Juan y sus oyentes. Para la iglesia primitiva todos estos temas tenían un claro sentido futuro.
3) »Como si el libro fuera un rompecabezas esotérico y como si la bendición prometida se dirigiera a los que fuesen capaces de resolver el crucigrama futurista, y poner en orden cronológico todos los eventos venideros para hacer un cuadro gráfico de todo el porvenir».
Estas afirmaciones carecen de sentido sobre todo viniendo de alguien con una clara inclinación hacia el amilenialismo y el preterismo, que requieren buscar múltiples significados ocultos en el Apocalipsis, elastisando sus elementos para que prácticamente signifiquen cualquier cosa, o que ve a la audiencia de Juan tratando de descifrar por gematría el número 666 para encontrar un supuesto nombre oculto. En cambio, una interpretación futurista de libro toma sus elementos de manera llana, tal como están en el texto, y no busca significados en sus símbolos más que los que se encuentran ya explicados literalmente en los propios pasajes proféticos de donde se forma el Apocalipsis. Además, si bien el Apocalipsis no se rige bajo un estricto orden cronológico, ya que hay retrospección en el libro, si hay eventos que solo tienen sentido si se leen cronológicamente. ¿Tendrían sentido los eventos de los sellos, trompetas y tazones de una forma retrospectiva? ¿Puede la retrospección explicar el aumento progresivo de intensidad y alcance de esos eventos? ¿Cómo puede entenderse de manera retrospectiva el levantamiento de la Bestia en el capítulo 13 si primero no se ve la narrativa del Dragón y su animosidad contra la Mujer en el capítulo 12? Irónicamente, incluso las secciones donde hay pasajes retrospectivos ocurren en contextos cronológicos.
4) ‘’ Es cierto que el Apocalipsis anuncia muchas cosas venideras que se extienden hasta el mismo fin del mundo. Habla de algunas cosas futuras que Juan no parece concebir como de su propia época, como por ejemplo una confrontación final que se llama Armagedón, la vendida del Hijo del hombre, el juicio final y la nueva creación. Negar todos estos elementos de escatología futura sería negar el claro mensaje bíblico del libro. Pero también es cierto que esas enseñanzas futuras, por muy importantes que sean, no agotan el mensaje del Apocalipsis. De hecho, ni siquiera constituyen el mensaje central del libro’’.
Esto es una grave contradicción. Si el mismo Stam reconoce como eventos futuros en el Apocalipsis la Segunda Venida y los eventos relacionados, y admite su suma importancia en el libro, está claro que es por que constituyen el mensaje principal del libro. Esto es particularmente cierto debido al énfasis que se hace en el libro a la idea de la consumación de todas las cosas; Parecería que el libro trata sobre los eventos a través de los cuales esto será llevado a cabo más que de una descripción histórica de las circunstancias del tiempo de Juan y de su audiencia.
5) ‘’ Si analizamos el Apocalipsis cuidadosamente, descubriremos que la principal concentración del libro se enfoca sobre la situación inmediata en que las congregaciones del Asia Menor se hallan inmersas. En ningún momento deja atrás la realidad socio histórica de su época’’.
Juan, en efecto, dio un mensaje para explicar las circunstancias histórico-religiosas de las iglesias que se indicaron en sus respectivas cartas, pero es una cosa muy distinta ver el Apocalipsis, especialmente comenzando desde el capítulo 4, como una narrativa descriptiva general de eventos políticos, sociales, religiosos y bélicos del primer siglo, como si se tratara de un libro de historia encriptado en lenguaje oculto. Stam cae en la falacia común de los preteristas al pensar que el Apocalipsis solo tiene sentido solo si habla de eventos históricos de la época de Juan. No es cierto. Los profetas a menudo hablaron de eventos futuros aún cuando se dirigieron a sus contemporáneos y eso nunca fue un impedimento para que su audiencia entendiera el mensaje que buscaban trasmitir. ¿Debía ser el Día de Jehová con la consecuente destrucción de las naciones algún evento de la época de Zacarías para que su audiencia entendiera su mensaje? Incluso el Apocalipsis siendo una revelación de eventos futuros, contiene enseñanzas generales y arquetípicas que la audiencia de Juan pudo haber entendido y aplicado perfectamente a su propio contexto histórico. Es decir, ¿fue necesario que ellos entendieran a la Bestia como un emperador de su época para que entendieran en este personaje el arquetipo de antagonista del pueblo de Dios que los cristianos debían combatir? ¿No pudieron más bien haber entendido esto tomando a la Bestia como un personaje escatológico? Interesantemente, una de las razones por la que la iglesia primitiva vio a los emperadores hostiles como Nerón como enemigos del pueblo de Dios fue por que los tomaron como presagios del anticristo que está por venir. ¡La mayoría de lo cristianos a lo largo de la historia que han sido bendecidos por el Apocalipsis lo han leído de formas muy futuristas!
6) ‘’ Juan describe acontecimientos futuros, pero en términos comprensibles para los lectores de su época. Nunca les hace entender que está vaticinando cosas que ellos no podrían comprender, tales como aviones, bombas, cohetes, petróleo, explosiones atómicas, computadoras, códigos de barras o microchips. Les habla claramente de temas y objetos que entienden, aun cuando describe realidades venideras’’.
Aquí nuevamente Stam confunde especulación con interpretación. Una cosa es interpretar a las langostas demoníacas como seres literales o a la marca de la Bestia como una marca literal, y otra cosa es inferir toda clase de teorías fantásticas sobre que serán estos elementos. Dentro del Futurismo, el lenguaje usado por Juan se toma como tal, nunca de otra manera. Ningún futurista serio pensaría que Juan le habla a su audiencia con un lenguaje del siglo XXI. ¡Eso no tiene sentido y en eso estamos de acuerdo! Inclusive los propios especuladores, por ejemplo, que ven a las langostas de la quinta trompeta como referencias modernas a helicópteros, alegan que Juan describió estos vehículos usando un lenguaje de su tiempo como lo señala el mismo Stam.
Por último, es llamativo que Stam ofrezca como recomendaciones para interpretar el apocalipsis interpretar su contexto histórico, interpretarlo cristocéntricamente e imaginativamente. Hay realmente problemas con estos tres métodos, aunque particularmente estoy de acuerdo con los otros tres.
Contexto Histórico: Si esto se refiere a entender las circunstancias históricas del tiempo de Juan para captar el énfasis de su mensaje, estoy de acuerdo. ¿Cómo puede entenderse el concepto de salvación por medio del martirio que se enseña en el Apocalipsis si se ignora la forma como la iglesia veía el martirio en el primero siglo? Pero no debe confundirse el ‘’contexto histórico’’ con lo que los preteristas asumen que dicho contexto es, a saber, la supuesta serie de eventos históricos que se ‘’encuentran’’ descritos en el libro, asumiendo que los detalles proféticos en los eventos del Apocalipsis se asemejan a los detalles históricos de los eventos del primer siglo.
Cristocentrismo: Si bien es cierto que Cristo es el centro de toda la Escritura y que ciertamente es el foco de todo el mensaje del Apocalipsis, parece un oxímoron creer que por esto los demás personajes como el Anticristo pierden relevancia o pasan a un segundo plano. No es así. Precisamente es debido a la importancia que tiene Cristo y su trama en el escatón que el Anticristo adquiere suma importancia, sobre todo porque el Apocalipsis desarrolla un dualismo bien marcado: ¡Se trata de la lucha escatológica entre Cristo y el Anticristo! Si uno no concibe con debida importancia al antagonista y su programa que conducen a su derrota lo que resulta en el triunfo escatológico de Cristo, entonces la trama apocalíptica no tendría sentido.
Imaginación: Uno de los graves problemas del método alegórico de interpretación es que deja a libertad del interprete la subjetividad de su imaginación para discernir cual o no es el significado de los símbolos. El Apocalipsis no requiere tal método, por más rica que sea su simbología. La totalidad de los símbolos que se usan en el libro se encuentran ya explicados en los pasajes proféticos de los que Juan los toma, e incluso el propio Apocalipsis ofrece los significados de muchos de sus propios símbolos.