Lluvia copiosa cae sobre varias zonas de Honduras aumentando el riesgo de inundaciones y deslaves. ¡Oramos por la oportuna asistencia divina!

Igual de copiosos son otros conflictos mundiales con sus consecuentes peligros globales.
Otro importante líder mundial, el diplomático húngaro *Csaba Körösi*, (presidente de la actual Asamblea General de la ONU), se refirió a esos conflictos. En síntesis, él expresó:
“No nos hagamos ilusiones, navegamos por aguas turbulentas. Se avecina un invierno de descontento a escala mundial. La crisis del costo de la vida está haciendo estragos. La confianza se desmorona, las desigualdades se disparan. Nuestro planeta está ardiendo.
Estas realidades generan gran sufrimiento en la gente, especialmente en los más vulnerables, que siempre llevan la peor parte.
*Hoy vengo a dar la voz de alarma: el mundo tiene que salir de su letargo. Estamos al borde de un abismo, y vamos en la dirección equivocada. Nuestro mundo nunca ha estado más amenazado ni más dividido. Hemos aprobado el examen de Ciencias, pero en Ética fracasamos estrepitosamente… Las alarmas climáticas también están sonando a todo volumen:
Temperaturas abrasadoras, pérdida pavorosa de biodiversidad, contaminación de la atmósfera, el agua y los espacios naturales, catástrofes relacionadas con el clima en todo momento. El tiempo que nos queda se va agotando rápidamente.
La COVID-19 y la crisis climática han puesto de manifiesto nuestras profundas fragilidades como sociedades y como planeta.
Es la hora de la verdad, es hora de cumplir las promesas y de restablecer la confianza. Es hora de infundir esperanza…»
¿Nota una gran preocupación en esas palabras?
Nuestros líderes mundiales están reconociendo el fracaso del ingenio humano en todos los campos.
¿Cómo infundirle esperanza a un mundo que le da la espalda al Dios de la esperanza?
Es precisamente el Dios de la Biblia Quién en Su Palabra nos ofrece el cuadro completo.
Jesucristo nos advirtió del caos mundial que prevalecería justo antes de su Segunda Venida.
Nos describe un panorama sombrío en el aspecto religioso, político, económico, sanitario, climático, etc.
La Biblia dice: *»Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.»* (Mateo 24:4-7.)
Aún no estamos plenamente ahí, pero sin duda, para ahí va la humanidad.
Jesús agregó: *»Y todo esto será principio de dolores.»* (Mateo 24:8.)
¡Es tan solo la introducción!
Para los que creemos en Dios y estudiamos Su Palabra, ya conocemos por anticipado esta radiografía mundial. Sabemos de dónde venimos, donde estamos y hacia dónde vamos. No vamos a la deriva, no vamos a tientas, no dependemos de los líderes locales, nacionales y mundiales sino del perfecto, sabio y soberano Rey de reyes y Señor de señores.
A Él no le causa sorpresa ni preocupación todo esto, Él ha estado, está y estará siempre en pleno control de la historia.
Él no solo nos da la radiografía, también nos ofrece la única medicina efectiva para curar las muchas fracturas humanas: *¡La Persona y Obra de Jesucristo revelada en Su Palabra es esa medicina infalible y única!!*
¡¡Descansemos en Él, en Su Palabra, en Su poder, en Su sabiduría, amor y soberanía!!
(H. C.)