Héctor Maradiaga
1. CADA QUIEN ESCOGE SU ACTITUD. Podemos decidir la manera en que veremos una situación determinada: positiva o negativamente. El Apóstol Pablo es un ejemplo de esto. Cuando escribió Filipenses 4:11-13. O cuando dijo: “regocijaos en el Señor siempre”. (Filipenses 4:4). No se encontraba en las mejores situaciones que alguien puede experimentar. ¡Pablo estaba en prisión, esperando ser ejecutado! !Que Actitud!
2. EL MEDIO INFLUYE EN NUESTRAS EMOCIONES. Las actitudes son influenciadas no sólo por lo que leemos u observamos, sino también por quienes nos rodean. El libro de Proverbios está lleno de consejos para que evitemos a cierta clase de gente. En Salmos 1:1-2, también nos aconseja lo mismo. Salomón y David entendían que las actitudes son altamente contagiosas.
3. LAS ACTITUDES AFECTAN LAS RELACIONES. Todos tenemos relaciones que necesitan mejorarse; con nuestro cónyuge, hijos, amigos, compañeros de trabajo, hermanos de la iglesia, etc… ¿Sabías que la Biblia dice que las malas actitudes son el principal motivo del conflictos en las relaciones? Santiago 4:1.
4. LAS ACTITUDES SON CAUSA Y EFECTO DE NUESTRO COMPORTAMIENTO. Es fácil ver que los pensamientos correctos producen el comportamiento adecuado. Proverbios 23:7 “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él”.
5. NUESTRA ACTITUD DETERMINA NUESTRO DESTINO. Las actitudes impactan profundamente nuestra vida, nuestra muerte y aun la eternidad. Nuestras actitudes alargan nuestra vida o también pueden hacer lo contrario.
REFLEXIÓN
Nuestra actitud hacia el pecado, por ejemplo, determina nuestro destino en la tierra y en la eternidad. 1 Juan 1:9
¡Ten buena actitud hoy!