Salmo 139: 14 (NVI) | Génesis 1:27 (NVI) | Isaías 49:1
Héctor Maradiaga
“Cuando enseñamos a nuestros hijos a ser provida, les enseñamos valores de amor y respeto por todo lo que significa la vida humana. Cuando enseñamos a nuestros hijos a ser provida, les enseñamos a estar a favor de toda vida, y a favor de Dios.
EL SALMISTA DAVID CANTABA:
“¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! “. Salmo 139: 14 (NVI). David comprendió plenamente que ser “una creación de Dios” se traduce en un asombro absoluto por el ingenio y el diseño de toda la creación.
ESTAMOS A FAVOR DE TODA VIDA
¿Cómo se puede enseñar a ese precioso pequeño a valorar la esencia de cada vida creada? ¿Inculcar los valores provida en nuestros hijos significa únicamente la defensa de los no nacidos?, o ¿también abarca la amplia gama de toda la vida humana que el Señor ha creado? Las huellas dactilares son únicas. La singularidad que se encuentra en cada uno de nosotros refleja la increíble majestad e imaginación del Creador. Y esa singularidad se refleja en su imagen, la que todos llevamos en nosotros. “Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó”. Génesis 1:27 (NVI).
CONCLUSIÓN
Un aspecto básico al enseñar a nuestros hijos a ser provida es que les estamos inculcando que Dios tiene un propósito y un plan para cada vida que Él crea. Isaías 49:1 “Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.”