¡LECCIONES SOBRE EL VERDADERO DISCIPULADO!

Héctor Hernán Castro

En días donde se promueve un evangelio light, que promete prosperidad, que resalta la oferta divina, pero ignora sus demandas, es importante reflexionar en todas sus implicaciones desde la misma enseñanza de Jesús. Naturalmente, esto no significa que Él nos ofrezca salvación a cambio de nuestra obediencia, pero sí implica que todo aquel que afirma haberle conocido, inevitablemente debe evidenciarlo con una vida transformada, contraria al sistema mundanal. Nos enseña qué…

1) Ser un auténtico discípulo de Jesucristo implica entrega total y muchos no están dispuestos a pagar el precio. “Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con Él.»_ (Juan 6:66.) ¡Se desilusionaron, pensaban que seguir a Jesús era un asunto fácil, un cheque en blanco, solo privilegios sin deberes!

2) Ser un auténtico discípulo de Jesucristo es un acto voluntario. «Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?» (Juan 6:67.) ¡Con soldados forzados no se ganan batallas! La voluntad humana debe estar rendida a la divina, de lo contrario, la puerta de salida está abierta, les dijo.

3) Ser un auténtico discípulo de Jesucristo requiere la comprensión de que Él es nuestra única opción de realización y salvación. «Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.» (Juan 6:68.)

A parte de Jesucristo no tenemos nada, sólo en Él lo tenemos todo. Si decidimos rechazarlo, ignorarlo y alejarnos de Él… ¿Qué otra opción tenemos? ¿Dónde o en quién encontraremos lo que sólo Él nos garantiza?

4) Ser un auténtico discípulo de Jesucristo exige fe y conocimiento de Quién es Él en realidad. «Y nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.» (Juan 6:69.)

Entre tanto veamos a Jesucristo solamente como un personaje cósmico bonachón, que está siempre dispuesto a satisfacer nuestros caprichos y deseos sin demanda alguna, estaremos lejos de la verdad. Es indispensable creer y saber que Él es Dios mismo, Quién se entregó totalmente por nosotros hasta la muerte y al resucitar triunfante hizo posible nuestra salvación. Primeramente, Él tiene derecho a gobernarnos porque Él nos hizo. Pero al pecar y rebelarnos contra Él, hubo necesidad de que Él mismo nos redimiera o comprara a precio de su preciosa sangre.

Él es nuestro Señor y Rey, Él debe gobernar nuestra vida de forma total y permanente…»Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.» (Romanos 14:9.)

Esa rendición total, a través de la historia de la Iglesia ha convertido a muchos seguidores de Jesucristo en sus honrosos mártires. ¿Usted cree que su propio nivel de compromiso con Cristo alcanza esa estatura?

¡Él no se conforma con menos!

(H. C.)

Acerca de unidoscontralaapostasia

Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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