Mario E. Fumero
Cierta organización norteamericana de Derechos Humanos, y vinculada a las Naciones Unidas denominada Center for Reproductive Rights, ha presentado una denuncia ante la comisión de los derechos humanos de la ONU el 8 de abril reclamando a este organismo que se le exija al gobierno de Honduras la obligatoriedad de legalizar el aborto bajo cualquier circunstancia, sin considerar que Honduras, como un país soberano e independiente, y según su Constitución, tiene el derecho a defender la vida en todas sus formas, incluyendo desde el vientre de la madre.
Esta demanda pretende obligar al congreso y al gobierno de la nación que le dé prioridad al aborto en nuestro país, lo cual es una clara interferencia en el derecho de los países a determinar sus normas de conducta, principalmente en el área de los valores sociales. ¿Por qué se meten en estos asuntos? ¿Qué derecho tiene el Center for Reproductive Rights para obligar a un estado soberano aceptar sus disposiciones? Es absurdo que una ONG gringa nos haya denunciado ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas por proteger la vida del que esta por nacer, según lo establece la Constitución el país, en donde determina que el derecho a la vida comienza desde el momento de la concepción, norma esta que fue aprobada en el año 2021 y que reformó nuestra Constitución para blindar el derecho a la vida de los no nacidos, lo cual se encuentra en el artículo 67 que dice que, queda prohibido toda forma de aborto provocado, sin embargo los grupos feminista y pro abortistas luchan tenazmente por legalizar el asesinato de los que quiere y deben nacer, es por ello que acuden a este organismo bajo el relato de un caso denominado “el caso Fausia”.
¿Pero cuál es el argumento de los abortistas sobre el “caso Fausia”? Estos grupos han hecho un lobby abortistas sobre el caso Fausia, que es un nombre inventado sobre una mujer indígena, que era defensora de los derechos humanos en su tierra natal, la cual supuestamente fue víctima de una violación por parte de sus enemigos, como una estrategia de guerra contra su lucha por el bien de su comunidad, y como fruto de esa violación, la indígena quedó embarazada. Según cuentan los que esgrimen este argumento, ella apelo al aborto, pero por estar prohibido, el mismo fue desestimado, trayéndole consecuencias de ansiedad, razón por lo cual se vio obligada a salir de país para poder practicarse el aborto. Esta es la historia que esgrimen los grupos de presión abortistas ante su denuncia en los organismos internacionales.
En realidad, algunos ponen en tela de juicio esta historia, aunque puede ser cierta. Pero respecto a las violaciones, es factible que se puede actuar de forma inmediata antes que se fecunde el ovulo, ya que, en el primer mes de dicho hecho, se podía haber practicado un procedimiento clínico que previene el embarazo, sin necesidad de esperar varios meses para detectar la fecundación del óvulo.
Si una mujer es violada hoy, y procediera a denunciarlo mañana, el médico forense puede determinar el mismo, y proceder a evitar el embarazo posterior, pero muchas mujeres que juegan al sexo, cuando descubren que están embarazadas, usan como excusa la violación para justificar el aborto.
Sé que el lobby abortista, patrocinado por las Naciones Unidas, y con grandes recursos económicos, está luchando por todos los medios para legalizar el genocidio de criaturas inocentes que deben nacer, y a los cuales quieren descuartizar estando vivos en el vientre de su madre. Es cierto que las mujeres son dueñas de sus cuerpos, pero cuando se embarazan, llevan dentro de ellas otros cuerpos, que, siendo parte de ella, tiene vida propia, y abrir la puerta al aborto es abrir la puerta a un genocidio inaceptable para los cristianos, y considerado un asesinato según la ley de Dios. Espero que el Gobierno de Honduras defienda su soberanía, y no permitamos que los derechos humanos impongan su criterio liberal, que tristemente ha llevado a muchos países a un desastre de muerte por defender ideologías contrarias al principio de la vida.
Unidos Contra la Apostasía 
Felicidades Mario, que bendición leerlo, la ONU es la bestia de apocalipsis, en lugar de fomentar el asesinato de bebés dentro del vientre deberían con el poder económico que tienen, hacer campañas para que las embarazadas conozcan el proceso de crecimiento del bebé, el significado de la vida, de que ese bebé puede ser el único que la acompañe cuando quede sola en su vejez; sobre todo que un ABORTO maldecirá su vida para siempre sino conoce a JESÚS (Génesis 4, 10)