Mario E. Fumero
Me llegó un interesante artículo que me recordó un antiguo tango de Carlos Gardel, el cual decía que “al mundo le falta un tornillo que venga un mecánico que lo puede arreglar” , y hoy me encontré en un correo electrónico un mensaje, no sé de quién, que hablaba de la esquizofrenia social, y hace un enfoque de la demencia moral que vive la sociedad moderna , lo cual fue dicho por el profeta Isaías cuando afirmó que llegarían tiempos en que a lo bueno se le llamaría malo, y a lo malo se le llamaría bueno ( Isaias 5:20), El articulo afirma que viviríamos épocas donde la mayoría alterarían el uso moral y natural de la especie, para hacer todo lo contrario, incluso a las leyes naturales y biológicas, y el no querer casarse sería una moda, y los que quieren casarse, buscarían el divorcio o serían unos tontos.
En los últimos tiempos será común el cambiar de amor y mujer da cada tres meses, lo cual será admirable, y el cumplir las bodas de plata será considerado como la estupidez más grande de tu vida.
Una madre presta más atención a su celular o móvil, y al derecho de su vientre, que al crecimiento social y educativo de su hijo, el cual será entretenido y formado con una tableta por medio de las redes sociales que formaran su moral.
Se proclama que los heterosexuales tengan relaciones sin compromiso, pero que los gays se casen por las iglesias, y además, las mujeres se vistan como hombres y asumirán papeles masculinos, mientras que los hombres se vestirán y convertirán en mujeres “frágiles”.
Un niño con sólo cinco o seis años de vida tiene derecho a decidir si vive con su padre o madre, o con quién decida el juez familiar por el resto de su vida, pero un menor de dieciocho años no puede responder por sus crímenes y delitos, siendo solo un infractor sin conciencia.
No hay plazas en los hospitales para los pacientes con enfermedades serias y algunas no les cubre el seguro, pero hay incentivos y patrocinio para aquellos que quiere hacer cambio de sexo o abortar.
Hay un acompañamiento psicológico para evitar corregir a los hijos tradicionalmente, y cuando la disciplina familiar se aplica, es perseguida por la ley cuando trata de preservar los valores familiares. Estar a favor de la familia y la Fe en Dios se le llama dictadura o estupidez, pero orinar en la puerta de una capilla o quemar Biblias es libertad de expresión.
Ser delincuente es un privilegio para las actuales leyes, mientras un ciudadano que protege su vida y sus bienes es castigado por la «justicia». Por otro lado, el trabajar honradamente es sinónimo de estupidez y debilidad, mientras robar impunemente como político es aplaudido y ovacionado, porque ser corrupto es ser listo y natural.
Se les da derecho a los padres para elegir un tercer sexo (el neutro) al nacer el hijo, esperando que este decida que quiere ser, o sea, que, aunque sea varón, puede escoger ser mujer, violando todas las leyes biológicas y naturales.
Se piden baños mixtos donde pueden suceder todo tipo de abusos sexuales y con el cuento de los derechos LGTB un hombre que se sienta mujer puede entrar en los baños de mujeres.
Se nos impone una dictadura que anula nuestros derechos, usando argumentos científicos, e invadiendo nuestra intimidad.
Todo esto me lleva a reflexionar sobre las palabras de Jesús al comparar los últimos tiempos de la civilización con la época de Noé (Mateo 24:37), y no cabe duda de que ya la hemos superado significativamente esos tiempos, porque si se junta en nuestros tiempos la época de Noe, con la época de Sodoma y Gomorra, tendríamos el resultado de vivir una esquizofrenia moral y social inimaginable. Así que si Dios no perdono esas generaciones ¿Cuál será el futuro de nuestra civilización? ¿No es este el fin de los tiempos?
que terrible