Mario E. Fumero
Hay varios factores que ponen en peligro la estabilidad económica de muchos países pobres del mundo, entre ellos Honduras, y es la recesión económica originada por la subida de los carburantes. Hay que añadir a esta crisis, la originada por la pandemia y la piñata que han hecho los gobiernos de turno con los fondos del Estado (corrupción). Si sumamos a lo anterior la guerra desencadenada en Ucrania, al ser invadida por Rusia, estamos frente a un panorama económico mundial sombrío. Sumado a esto, vemos el hecho de que todos los países poderosos trabajan con grandes endeudamientos internos que lo resuelven imprimiendo billetes. Esto indudablemente nos lleva a una quiebra económica mundial que llamaremos “recesión”.
No quiero ser un pájaro de mal agüero, ni un profeta, porque los hechos y la lógica hablan por sí solo, y nos deje ver el sombrío panorama que se avecina a nivel mundial, porque las crisis son inminentes y estamos entrando a un derrumbe de la economía tradicional.
¿Sobre qué fundamento puedo pronosticar una grave recesión? Analicemos la realidad. Estamos viendo la subida del petróleo como consecuencia de varios factores externos. Esto se debe a que la demanda es mayor a la producción, y suben los precios, creando el efecto dominó, pues si los precios del crudo suben, esto repercute en el transporte y la energía eléctrica, lo cual afecta los costos de transporte y producción de mercancía, y a su vez, estos costos se trasladan al consumidor final, aumentando alarmantemente el costo de la vida creando una inflación, ya que los salarios no aumentan en la misma proporción. Vemos como precipitadamente suben los precios de los alimentos y se reduce la producción al disminuir la energía que lo mueve todo. Esto da origen al fenómeno de una inflación originada por una crisis mundial causada por una guerra.
Esta repercusión económica con la subida de los combustibles afecta fuertemente a los países pobres y sin petróleo, por lo que es posible que suframos escasez de combustible y el colapso de las plantas térmicas. Si sumamos a lo anterior, el hecho de que muchos países están endeudado, más del 50% del producto interior bruto (PIB), indudablemente que su economía colapsara y el poder adquisitivo se reducirá drásticamente, llevando a millones de personas que ya viven en la pobreza a sufrir una terrible hambruna. Frente a esta precaria situación, debemos tomar conciencia, e iniciar urgentemente un ajusta fuerte, para atenuar el impacto de la recesión en nuestro país, ya que la misma esta al doblar de la esquina.
Buscar una solución fácil a una recesión de tal magnitud es una misión imposible, porque esta se asemeja a un enfermo que está agonizando y el médico no encuentra tratamiento para poderlo levantar su Estado crítico. No obstante, hay que tomar medidas paliativas para evitar un desenlace acelerado y esperar que el cuerpo responda a su condición clínica.
La economía es una ciencia imprecisa, ya que está regida por varios factores, y lo único que podemos hacer frente a una grave recesión es tomar una serie de medidas que tristemente no son populares, pero necesarias, para evitar un colapso y para ello voy a enumerar las medidas que se deben tomar:
Lo primero es la reducción de los gastos públicos y los altos salarios de los grandes magnates del Estado de acuerdo a la realidad presupuestaria.
Lo segundo sería reducir la exportación de productos suntuosos y aumentar la importación, pero fortalecer nuestra producción interna, evitando por todos los medios endeudar más al país y pedir prestado, porque el que debe se vuelve esclavo del prestamista.
Y lo tercero es volvernos a la tierra y apoyar la agricultura y la ganadería para paliar el hambre que es el peor trajelo de la recesión.
Recordemos que el dinero es un papel que debe ser respaldado con dos factores: el oro, que no tenemos, por lo que nos apoyamos en la divisa norteamericana, y la parte más importante para respaldar nuestra moneda, el producto interior bruto (PIB) acompañado con una política de austeridad y ajuste que nos ayude a superar el endeudamiento ya que la peor solución que podemos darle a una crisis económica es caer en más deuda, pues, aunque es una salida fácil, el efecto final sea desastroso.