LA ORACION DEL PADRENUESTRO (VII)

Ángel Bea

“Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores…”

Esta petición hecha a Dios por parte del creyente habla del perdón; el perdón que necesitamos de Dios para poder relacionarnos con Él y el perdón que hemos de dar y recibir de nuestro prójimo. Sin el perdón de Dios y entre nosotros, la comunión con Dios y convivencia con nuestro prójimo no puede darse en el nivel requerido por Dios. Por tanto, el perdón recibido y otorgado es una necesidad esencial en los seres humanos.

Debido a nuestra naturaleza caída a veces ofendemos a Dios, sea de pensamiento, palabra u obra (1ªJ.2.1-2). Pero por el mismo motivo, también se producen conflictos en nuestras relaciones personales, derivados de incomprensiones, injusticias, agravios, etc., entre los cuales no faltan las ofensas. Y cuando se produce una ofensa se causa un daño en la relación con Dios y con nuestro prójimo. Entonces, Jesús nos muestra que el daño debe ser reparado y la relación restaurada. (Ver, St.3.2). Dios no admite tener relación con una persona que pretende “estar a bien” con Él, pero no así con su prójimo. Eso, nos dice Jesús, no es posible (Ver, estos dos pasajes: Mat. 5.23-24; 18.15-22) Por tanto, la persona que pretende el perdón de Dios, debe estar dispuesto a perdonar a quien lo ha ofendido a él, e incluso a buscar al que él ha ofendido. Al no poder recibir el perdón de Dios sin haber perdonado antes, Jesús nos da a entender que solo cuando se tiene esa disposición de perdonar es que se puede recibir el perdón de Dios.

Por otra parte, cuando Jesús dice: “perdónanos nuestras deudas, da la impresión que el perdón que Dios nos dará, tiene como punto de referencia el que nosotros vamos a dispensar primero. Cabe entender así las palabras… “Perdónanos… así como nosotros perdonamos…”. Pero eso no es así. La medida del perdón la tiene y la da Dios. No hemos de olvidar que “Nosotros amamos a Dios porque Él nos amó –a nosotros- primero” (1ªJ.4.19). De igual manera podemos decir que si nosotros podemos perdonar a otros, es porque Dios nos perdonó a nosotros primero, en y por Cristo Jesús. No en vano, cuando Cristo estaba en la cruz, manifestó el amor de Dios hacia sus enemigos, rogando el perdón divino para ellos. Él exclamó: “Padre,

perdónalos, porque no saben lo que hacen”.

Entonces, lo que el Señor quiso decir es que, de la misma manera en la cual

nosotros deseamos ser perdonados por Dios, así nosotros hemos de estar dispuestos a perdonar a los que nos deben. Y como la medida divina es completa y sin reservas, así debería ser nuestra medida. De otra manera, “si vosotros no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”  (Mat. 6.15)

Sin embargo, Dios trata con cada uno de distinta manera. A veces han venido personas al Señor Jesucristo para recibirle como Salvador y Señor y ellos experimentaron el gozo de la salvación para descubrir, posteriormente, que tal o cual resentimiento que albergaban en su corazón contra alguien ¡se les había ido!; su interior fue endulzado con la presencia del fruto del Espíritu: “Amor, gozo, paz, bondad, etc.” (Gal.5.22). Otros, tuvieron que enfrentarse más tarde con resentimientos arraigados, agazapados y casi ignorados por años, en su interior; pero también supieron y quisieron “perdonar como Dios los perdonó… en Cristo” (Ef.4.32). Pasaron por una experiencia dolorosa, pero satisfactoria al fin, cuando decidieron perdonar en el nombre de Jesús.

Mientras que otros, venían con el resentimiento a flor de piel y sostuvieron una gran lucha antes y mientras perdonaban. Luego, aceptaron a Jesucristo y en menos de lo que ellos pensaron, fueron liberados de los ácidos y destructivos sentimientos negativos de ira, rencor o amargura que les controlaban.

En el asunto del perdón, como en todo, Dios trata de forma diferente con cada uno; pero la enseñanza es igual para todos. Él no aceptará la ofrenda de alguien que sabe que su prójimo tiene algo contra él y se niega a arreglarlo (Mat. 5.23-24). Los esposos que tratan a sus esposas de forma desconsiderada, como señala el apóstol Pedro, no serán oídos por Dios (1ªP.3.7); y aquellos que desoigan la orden divina a la reconciliación a través del perdón, serán excluidos de la comunión de la fraternidad (Mt. 18.15) .Por otra parte, hemos visto a veces decir a alguno: “Yo le perdono… pero no olvido”; Eso no tiene nada que ver con el verdadero perdón de Dios, porque luego, se ve que todavía esconde resentimiento en su corazón contra aquel que dice haber “perdonado”. Ni el gesto, ni las palabras, ni las obras posteriores, concuerdan con el Espíritu de Cristo. Por tanto, ponerse delante de

aquel que dice la Biblia que “es Luz”, es exponerse a ser alumbrado y escudriñado hasta los más profundo (Heb.4.12-13; 1ªJ.1.5). Y a Él no se le puede engañar. La Biblia dice que…“Si decimos que no tenemos pecado” o que: “no hemos pecado…” “mentimos y no practicamos la verdad” y: “la verdad no está en nosotros” Además, añade que de esa forma, “le hacemos a él –a Dios- mentiroso” (1ªJ.1.6-10).

¿Podemos, pues, orar: “Padre nuestro… perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”?. Si es así, bien podemos creer anticipadamente que tenemos con nosotros el favor del Padre en términos de perdón, “Su perdón”. ¡Ahora sí! . Ahora podemos orar la oración del Padrenuestro de forma integral, pudiendo decirla completa y de corazón: “Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores…” ¡Amén!

Acerca de unidoscontralaapostasia

Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
Esta entrada fue publicada en Articulo, Ángel Bea, EL PADRE NUESTRO. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.